dimecres, de juny 04, 2008

Juana de Ibarbourou



LA CANCIÓN

Mientras fui dichosa
Canté para mí.
De día y de noche la canción aquella
No encontraba fin.

La alcé en primavera con los labios dulces
De perfume y miel.
La alcé en el estío con la boca bella
De tanto querer.

Rodaba mi canto como un viento suave
Por cima y hondor.
Lo deseaban todos con ansia de gozo
Para el corazón.

Cantaba y cantaba por completo extraña
A todo sufrir.
Con los ojos sanos, con la vista limpia,
Como ciega fui.

Mas la pena, un día, lo mismo que a un vaso
Quebró mi canción.
Poco estuve muda, porque es ley sin tregua
Que he de cantar yo.

Corazón en llaga tórnase vidente
Y a la ajena angustia se da en cabezal.
De hoy en adelante por todos los hombres
Tengo que cantar.

Juana de Ibarbourou

2 comentaris:

Fina ha dit...

Sí,però llàstima que hi ha gent que no, que no canvia ni havent conegut la pena o el dolor.

Hi han egoistes que no seran mai altruistes.Què hi farem.

Una cançó molt maca.

Una abraçada.

Carme Miró ha dit...

Sort en tenim de la poesia, Fina....

una abraçada